Y te encuentras bajo las cobijas,
simplemente, es como existir en un mundo paralelo, existes en ambos lados, pero
en el interno, en el ensimismamiento, se siente todo y se multiplica, se sienten esos espasmos
cargados de ira, esa tristeza e impotencia, sientes retumbar tu pulso en cada
rincón de tu cabeza, es cuando caes en cuenta que nunca te ha costado tanto
trabajo respirar, que nunca ha dolido tanto el pecho y las lágrimas… esas lagrimas que resbalan una a
una y que en ciertos momentos se desbordan por todo el rostro, arden tanto… simplemente
puedes llegar a pensar que puedes literalmente ahogarte en ellas.
No sentías tanto contraste del
silencio exterior con los gritos y arcadas que sucumben todo el cuerpo, que cualquier
persona viendo desde afuera no vería más que los reflejos de ligeras pesadillas,
en verdad no sé por qué te preocupa tanto, aun en estos momentos, te lo repito
no sé por qué aun en este momento te preocupa tanto que nadie se dé cuenta de
lo que estás pensando de lo que estas sintiendo, de lo que gritas en cada una
de tus lágrimas, aun estando en ese estado está esa pequeña parte de ti que
tanto detestas, porque es la que siempre cede ante los demás, la que siempre “está
bien” la que te dice que tienes que soportar y que me podría atrever a decir
que te ha metido esa pequeña idea de que te es casi prohibido sucumbir y dejar
de ser prudente, la que en parte te ha permitido solo sucumbir en la obscuridad
de la noche en tu cama.
Es esa dualidad tuya, que muchas
veces maneja tu vida, la has adoptado por la idea del amor que le tienes a esas
personas, por las cuales “a veces vale la pena “callar lo que muchas veces hace
que te muerdas la lengua, esa idea del amor incondicional y sufrible, del cual
siempre mantienes la esperanza de que más adelante te sea retribuido. “Pero”… te
martiriza el hecho de enumerar las veces en que no has contado con ninguna de
las personas de las cuales en alguna ocasión les has tendido la mano, les has
prestado tu hombro, o simplemente has dedicado palabras de alivio y es cuando
te desbordas nuevamente con más fuerza, es una realidad, te sientes sola lo
deseas, lo quieres, lo reclamas, reclamas a esas muchas personas, por qué
quieres tu turno en el que alguien te escuche, te tienda la mano o como nadie ha
sabido hacerlo alguien que solo se quede junto a ti… en silencio alguien que no
se esfuerce por decir las palabras correctas, simplemente a alguien que… se
quede.
Música de fondo, Stay
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