Ojalá...
Podría...
Hubiera...
Si
tal vez...
No
creas que no percibo tu mirada penetrante, tus ojos buscando los míos tus
palabras encontrándose con las mías... tus labios buscando los besos
perdidos... y quizás pienses que no tengo corazón, pero sí, te observo, te
contemplo y trato que no lo encuentres,
no
por ser cruel si no para no herirte de muerte... aunque lo más probable sea que
ya lo esté haciendo, drenando tu corazón palpitante poco a poco, lentamente.
Podría
decirte que me encantaría conocerte desde otros tiempos y hablar en otros
lenguajes hablar de otras maneras, quizá en lenguas romances, que tus manos
encontraran las mías, que tus ojos se perdieran en los míos y tus suspiros en
mis labios, si tal vez yo hubiera...
Pero,
(lo sé, esta palabra es tan mortalmente dolorosa) el día de hoy mi corazón ya
no es mío y lo que podría ofrecerte serian mis buenos ánimos, mis risas
vaporosas, y mis maneras delicadas... pero me temo que no sería amor, al menos
no del amor que buscas, no del amor en el que te sumerges y no te ahogas, el
amor que te abraza, te llena, te alimenta, te lastima pero siempre te hace
crecer.
Hoy
no podría ser lo que tu buscas, no podría serlo porque mi corazón el día de hoy
ha anidado en otro corazón.