Como aborrezco cuando
mi corazón juega sucio conmigo, un traidor que se comporta como un
niño encaprichado... y siempre le gustan las cosas más caras que he pagado
hasta ahora, sale de vacaciones cuando lo necesito y cuando me acostumbro llega
más melancólico que siempre.
En
parte tú tienes la culpa, si, por seguirle el juego, porque soy yo la única que
parece ser un adulto aquí, aunque he de reconocerte que a veces ya no se si
estas jugando y dándole por su lado, o si en realidad le correspondes el
sentimiento. Y siendo sinceros me gustaría saber y deseo en secreto, que sea más
lo segundo que lo primero.
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